Los refranes siempre nos dejan enseñanzas de toda clase, aprendizajes populares que se acumulan con el paso del tiempo. A continuación presentamos refranes inspiradores y variados con imágenes para descargar. 

Refranes con significados

  • A buen hambre, no hay pan duro.

Significado: en una situación de verdadera hambre no puedes ser selectivo con la comida. Este dicho es extensible a otras situaciones de la vida, donde hay una gran necesidad.

  • Antes se coge al mentiroso, que al cojo.

Las mentiras no suelen prolongarse mucho en el tiempo, de ahí que se afirma que el mentiroso es más fácil de alcanzar que al mismo cojo.

  • No es oro todo lo que reluce.

Un dicho muy conocido que deja una enseñanza clara: no hay que fiarse siempre en las apariencias.

  • A buen entendedor, pocas palabras bastan.

Para una persona que entiende con celeridad y claridad, las palabras en demasía no son en verdad necesarias.

  • A llorar al valle.

Un dicho que indica que la persona que se queja lo tiene que hacer en otra parte. Muy usado en contextos en los que previamente a la persona quejumbrosa se le avisó de lo osado, atrevido o impertinente de su quehacer.

  • A grandes males, grandes remedios.

Si hay grandes problemas las soluciones tendrán que ser de un peso similar.

  • No hay mal que por bien no venga.

Siempre es bueno ver el lado optimista de la cosa como invita este refrán. No todo es malo, muchas veces se pueden extraer experiencias fructíferas y enseñanzas.

  • A quien madruga Dios lo ayuda.

Un muy bonito dicho de raigambre popular que nos indica que quienes se despiertan temprano Dios los ayuda. En verdad está fundamentado en la vocación trabajadora de la persona que se despierta desde muy temprano y los merecimientos ante esos esfuerzos.

  • A lo hecho, pecho.

¿Qué es una persona responsable? Entre muchas cosas, sobre todo una persona que aceptar las consecuencias de su accionar. De semejante premisa deriva este dicho.

  • Zapatero a tus zapatos.

Cada persona en esta vida tiene sus aficiones o por lo menos algo que atiende y se le da bien. Tendrá que seguir ese camino.

  • Quien mucho duerme, poco aprende.

El dormir es un hecho indispensable de la biología humana; sin embargo, siempre se ha asociado este acto en demasía a la pereza o, por lo menos, a la pérdida de tiempo. De ahí deriva la idea del poco aprender, para lo cual se necesita tiempo.

  • De tal palo tal astilla.

Es un refrán sumamente conocido que refleja más que nada las afinidades y semejanzas entre padres e hijos. En verdad, existe una transmisión de deseos, maneras, pensamientos, ideas, formas de actuar, entre otras cualidades.

  • En casa de herrero, azadón de palo.

Este refrán versa de aquellas personas que son muy buenas en algo, pero que no suelen aplicarlo en verdad en su vida privada o por lo menos en cierto sitio privado. Un buen ejemplo es un chef que no cocina en su casa.

  • No hay peor ciego que el que no quiere ver.

Este dicho nos deja en claro que muchas veces la ceguera no dimana de una discapacidad en la vista, sino de aquella persona que no quiere ver porque, justamente, no quiere. Esas personas son peores que los mismos no videntes, ya que en ellos hay una voluntad deliberada de no ver.

  • Vísteme despacio que tengo prisa.

Un refrán que fue históricamente asociado a Napoleón y que deja en claro una idea evidente: si hacemos las cosas a las apuradas salen mal, por eso por más rapidez que necesitemos la lentitud siempre será mejor amiga del bien realizar.

  • No hay mal que dure cien años, ni cuerpo que lo resista.

Lo malo, lo negativo y oscuro de una situación no puede durar por siempre, pero si ese fuese el caso, algo extraordinario, el cuerpo no podría resistirlo. Es, en definitiva, un dicho que busca lo positivo.

Imágenes con refranes

Perro ladrador, poco mordedor.

De tal palo, tal astilla.

Al que mucho te critica, algo de ti le pica.

Cría cuervos y te sacarán los ojos.

El que come y no convida tiene un sapo en la barriga.

Mujer sabia, no cree en labia.

Quién se excusa, se acusa.

Ojos que no ven, corazón que no siente.

Tu sufres con lo que yo gozo.

Dime con quién andas y te diré quién eres.

Cada loco consu tema.

Lo que no mata te hace más fuerte.

A caballo regalado no se le miran los dientes.

A palabras necias ….

A buen hambre, no hay pan duro.

Pero que no anda no encuentra hueso.

A palabras necias, oídos sordos.

Aunque la mona se vista de seda, mona queda.

Quién calla otorga.

No le vengas con cuentos a quién sabe de historias.

No hay mal que por bien no venga.

No juzgues a un libro por su cubierta.

Dime con quién andas y te diré como eres.

Del dicho alhecho mucho trecho.

Eres mi media naranja.

Quién espera desespera.

Quien mal habla en tu ausencia , temor tiene en tu presencia.

Los lunes…ni las gallinas ponen

Dichos populares

  • Rectificar es de sabios.

Muchas veces pensamos que la sabiduría versa de conocer mucho, de contar con un enorme bagaje cultural; pero también la sabiduría es una actitud: la de corregirse, la de asumir los errores, la de casi dar por hecho que sabemos muy poco.

  • A río revuelto, ganancia de pescadores.

Una figura sumamente gráfica que nos deja en claro un dicho: que muchas veces las situaciones de alboroto o descontrol pueden ser beneficiosas para ciertas personas, casi como inteligentes pescadores.

  • A caballo regalado no se le mira los dientes.

Un regalo no tiene que ser inspeccionado, investigado ni mucho menos criticado, porque justamente se lo recibe de manera gratuita, casi como un don hacia una persona.

  • El que las hace, las paga.

Cualquier persona que haga obtendrá ciertas consecuencias. Naturalmente, este dicho tiene cierto sesgo negativo y versa sobre los efectos de una justicia implacable contra determinadas personas.

  • Piensa mal y acertarás.

Este es un ejemplo de refrán con una muy mala visión de la humanidad, si se quiere. En verdad nos deja en claro que si se piensa mal de las personas se estará acertando.

  • Hierba mala nunca muere.

Muchas veces en la vista damos con personas de malas procedencias o que simplemente no nos agradan. A pesar de nuestra aversión, lastimosamente, las seguimos encontrando.

  • Quien bien te quiere, también te hará llorar.

El querer no solo es un acto de amor o, mejor dicho, por serlo, implica ser una persona genuina con tus seres queridos. De ahí que a veces esa responsabilidad de ser genuinos con el otro devenga en hacerlos llorar.

  • Dinero llama dinero.

Un dicho sumamente económico: las personas con algunas riquezas pueden ver beneficios económicos por el solo hecho de tenerlas.

  • En boca de mentiroso, lo cierto es dudoso.

La mentira es como una mancha que no se quita, de ahí que quien haya mentido un par de veces sus palabras no van a tener la misma veracidad que antes ¿Si mintió una vez por qué no lo puede hacer otra más?

  • Al pan, pan; y al vino, vino.

Un dicho que recalca que a las cosas se las debe decir como son, sin vueltas ni rodeos algunos. Es una llamada a ser directos.

  • Cría cuervos y te sacarán los ojos.

Un gran refrán, muy conocido, acerca de la paternidad y sus implicancias: si crías malas personas seguramente se volverán en tu contra tarde o temprano.

  • Cada loco con su tema.

Un dicho bastante sencillo que remarca que cada persona debe hablar de lo que le interesa, aunque también que se debe abocar a sus problemas, a los que le son privativos.

  • El mundo es un pañuelo.

Un dicho que suele aparecer sobre todo cuando nos encontramos con alguien. Remarca la idea de que el mundo es muy pequeño y las coincidencias de toda clase son las que abundan.

  • En boca cerrada no entras moscas.

Este es uno de una serie de dichos que aclara la idea de que el callar muchas veces es un acto de sapiencia, el no hablar de más, el no pronunciar tonterías.

  • El que calla otorga.

Este dicho, a diferencia del anterior, remarca una idea negativa del callar: quien no pronuncia una sola palabra no realiza una defensa y le da la derecha, al fin y al cabo, a su interlocutor o interlocutores.

  • Tira la piedra y esconde la mano.

Versa de una persona que actúa mal pero siempre encuentra la forma de borrar los rastros de su fechoría, a tal punto que queda bien parado las mayorías de las veces.